El viernes fue nuestro último día con la campaña del
impuesto de sociedades, algo que en nuestra profesión hay que celebrar, porque
finaliza un periodo de mucho trabajo.
Y como colofón, mi compi Elena me trajo un semifrío de piña
que hace ella y que esta de vicio, tanto es así que este mismo finde lo hice yo
para el postre del domingo.
Es una tarta muy fresca, por lo que es ideal para el
veranito, además, al no necesitar horno, se hace muy rapidito.
Ingredientes
- 1 lata grande de piña en su jugo
- 1 lata pequeña de leche condensada
- 200 ml de nata para montar
- 1 paquete de galletas (en mi caso use las cleo coco, porque me gusta el saborcito a coco que le deja a los semifríos de fruta)
- Montamos la nata
- Añadimos la leche condensada y media lata de piña y batimos hasta que esté todo integrado. Yo también le añado un poquito del jugo de la piña para que tenga más sabor.
- Con el resto de la piña, reservamos un poco para la decoración y el resto la cortamos en daditos pequeños y lo mezclamos con la crema anterior. A quien no le guste que hayan trocitos de piña, o prefieran que este todo batido, pueden saltarse este paso y poner toda la piña a batir.
- Y montamos la tarta, una capa de galletas (mojadas en el jugo de la piña) y otra de crema, así hasta que terminemos con la crema.
- El número de capas dependerá del tamaño del molde, a mí, con un molde de 24 cm me dio para dos capas.
Pues ya esta, a la nevera unas horitas y listo!!!
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