Huevos mole
Cuando era pequeña íbamos
a un restaurante donde comíamos un postre canario que, en mi opinión, es el
mejor postre del mundo, “los huevos
moles”. Mi padre y yo nos chiflábamos con él. Intentamos hacerlo en casa,
pero no había forma de que nos salieran.
El restaurante cerró
hace unos años y por tanto llevábamos tiempo si comerlos.
Pues el otro día
estaba en casa con mi madre y le dije que si me ayudaba a hacer huesos de santo,
que había visto una receta en un blog y quería intentar hacerlos.
En eso me quedé, en un
intento, me salieron fatal ( lo volveré a intentar eh!!), pero lo importante es
que al hacer la yema para rellenar los huesos de santo, no cogió la textura que
quería, noooo, ¡¡¡se quedaron exactamente igual que los Huevos Mole que comía de
pequeña!!!!
Y ahí estábamos mi
madre y yo tan contentas!!!
Nos quedaron tan
ricos, que tras el veredicto de mi padre, quien se comió todo lo que quedaba,
fuimos al super a comprar más huevos para repetir postre al día siguiente.
Ingredientes:
- 8 yemas de huevo
- 200 gr. de azúcar
- 100 gr. agua
Elaboración:
Hacer un almíbar
espeso con el agua y el azúcar.
Cuando esté con la
hebra espesa, se aparta el fuego y se deja entibiar.
Batir bien las yemas e
ir añadiendo a las mismas el almíbar, a cucharadas, poco a poco, removiendo
bien. Si es necesario se pone a fuego suave, siempre removiendo, para que se
espese un poco, pero nunca debe llegar a hervir. Hay que estar removiendo
durante al menos 15 minutos.
Colocar en copas y
enfriar.
Aunque el tiempo de
preparación sea lento, vale la pena.
Ojo hay que
acompañarlo con gofio por encima. A nosotros nos lo servían con un cuenco con
gofio, esta de rechupete.
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